miércoles, 9 de octubre de 2013

Para que no nos llevemos a engaños:


No soy (ni lo seré nunca) un corredor de esos que van en las primeras posiciones de casi cualquier prueba, sino todo lo contrario. Si esperas consejos de entrenamiento, de equipación,… mejor vete a algún otro blog, que los hay muy buenos. Si os interesa mi opinión ya iré dando nombres. Soy un paquete del montón, que no lleva corriendo ni un año, y que lo hace a ritmos que sonrojarían a cualquiera que tuviese más sentido del ridículo que yo. Por si fuera poco, estamos en la cuarentena cumplida, con lo cual creo que para Rio no me alcanza. Intentaré la puesta a punto para Japón, pero lo veo un poco complicado.
Empecé como muchos de los practicantes, con el fin de perder algo de masa (en mi caso bastante, que van ya 20 kilitos), y coger un poco de forma, pues, aunque siempre he hecho deporte, de un tiempo a esta parte lo había abandonado un tanto por falta de…todo. Ni tiempo, ni ganas, ni moral, que uno acababa de ser padre, y eso desgasta mucho.
Lo dicho, después de aterrizar en el fabuloso mundo de los pañales, decidí que o hacía algo o explotaba (literalmente), y como está mal visto pagarlo con el crío, pues me puse a correr, y aquí estoy, rodando despacito, pero sin pausa, y con ganas de continuar haciendo algo que he descubierto que, de momento, me atrae bastante.
Y aquí estamos, ni un año corriendo y ya con blog…  

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